¡Muy buenas!
Hace unos días me crucé en la calle con una turista con una bolsa de Dean and Deluca. Al instante me acordé de una de mis series preferidas en la adolescencia.
Felicity, creación de unos jóvenes J.J Abrams y Matt Reeves, empezaba con un día de graduación del típico High School americano. Felicity Porter comenzaba su nueva vida camino a New York siguiendo a su amor de Instituto, Ben Covington. Todavía recuerdo dormirme tardísimo pensando a quién elegirá, ¿Será su amor platónico Ben, o el encantador Noel? Incluso entre amigas hacíamos apuestas de cómo terminaría la serie. También nos hacía soñar con nuestra etapa universitaria, años después reconozco que la mía no se pareció en nada a la suya.
Todas sufrimos un enorme shock cuando se cortó la melena. La dueña de ese precioso pelo rizado es Keri Russell, una actriz y bailarina estadounidense cuya carrera despegó con esta serie. Después de varios años de pequeños papeles en muchas películas y algún que otro papel protagonista, vuelve a nuestras pantallas con la impactante The Americans. Una serie dramática centrada en dos espías soviéticos infiltrados como dos ciudadanos estadounidenses. Podemos verla los jueves en Fox, y próximamente también en Cuatro. ¡Estoy deseando ponerme con ello!
Me encantaba la relación de Felicity con su antigua profesora Sally vía cassettes, antes del mp3 y los podcasts. También la evolución de su relación con su compañera Meghan, distante al principio y encantadora según avanzan los años. El soñador Sean, la complicada Julie y la sincera Elena completaban el grupo de amigos con los problemas de unos universitarios demasiado... ¿maduros?.
El escenario también hacia amar la serie. Los personajes estudiaban en un Nueva York ficticio, ya que hace un tiempo leí en algún lado que la rodaron en unos estudios en California, aunque no se notaba en absoluto. Antes de Serena y Blair, y Carrie y compañía, nos sumergíamos semana a semana 45 minutos en la Gran Manzana. Desde entonces y hasta ahora una de mis ciudades preferidas en el mundo.
Hay que reconocer que en su momento no la vi terminar, debido al pésimo trato que daban los canales españoles en aquella época a las series americanas. Años después la retomé y debo decir que el final es muy sorprendente, misterioso y que no viene demasiado a cuento. Deciros que fue mi preferido quien conquistó su corazón. ¡Qué pena que dejamos las apuestas por escrito en su día!
Un abrazo!
Mia.
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